Las perlas son orgánicas y la única gema sostenible en la tierra. Pero, ¿qué impacto tiene el desarrollo y la creciente popularidad del cultivo de perlas en el medio ambiente? Si estabas preocupado por eso, no lo estés. La investigación financiada por la Fundación Tiffany & Co. ha demostrado que si el cultivo de perlas se maneja bien, no solo tiene un impacto muy bajo en el medio ambiente, sino que puede ayudar a que el medio ambiente se mantenga saludable.
1. LAS OSTRAS NECESITAN AGUA LIMPIA PARA PRODUCIR PERLAS
Para producir una perla de calidad, la ostra debe estar contenta. Y una ostra solo es feliz en agua limpia y no contaminada donde hay mucho oxígeno y minerales. Un ejemplo es la trágica historia de cómo la represa Hoover mató históricamente a las ostras perleras en México debido a que no se vertió suficiente agua dulce en el océano. Sin embargo, ahora que los expertos saben esto, se aseguran de que los ambientes marinos y de agua dulce tengan la mejor calidad de agua posible.
2. LOS MEJILLONES Y LAS OSTRAS PUEDEN PURIFICAR EL AGUA
Si bien las ostras y los mejillones necesitan un cierto nivel de limpieza en el agua para sobrevivir, también pueden contribuir a purificar el agua y aumentar la calidad del agua. Cada mejillón perla puede filtrar alrededor de 104 litros de agua cada 24 horas, y las impurezas, como las algas, son utilizadas o ‘comidas’ por el mejillón. ¡Eso hace que cada mejillón sea un pequeño sistema de purificación por sí solo!
3. LAS OSTRAS NECESITAN PESCADO
Las ostras también necesitan comer. Viven de plancton, así como de subproductos de peces y arrecifes de coral. Si el ecosistema que sustenta a los peces y los arrecifes de coral no es saludable, las ostras tampoco lo serán. Como resultado, algunas granjas de perlas han restringido o prohibido la pesca en su entorno inmediato y se preocupan mucho por mantener los arrecifes de coral.
Además, el collar de perlas de agua dulce se puede cultivar junto con especies de peces como la carpa, que son comestibles. Esto crea ingresos adicionales para los cultivadores de perlas y reduce la necesidad de pescar, mientras que las ostras y los peces se sostienen mutuamente.
4. EL CULTIVO DE PERLAS DIVERSIFICA LA INDUSTRIA LOCAL
El cultivo de perlas crea puestos de trabajo. Ya sea en granjas de perlas o en industrias hermanas, como el turismo y los diferentes usos de los subproductos del cultivo de perlas (carne y conchas). Esto significa que las comunidades que rodean las granjas de perlas necesitan pescar menos, lo que reduce aún más el peligro de sobrepesca.
5. LAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS SALUDABLES AUMENTAN LA BIODIVERSIDAD DEL OCÉANO
Los estudios han demostrado que cuando los productores de perlas dan prioridad a las prácticas agrícolas saludables, hay más especies de peces en el área. Puede ser porque los peces comen organismos incrustados en las conchas, pero también porque los peces pequeños pueden esconderse entre las conchas en las jaulas de ostras.
6. LAS OSTRAS SON UNA FUENTE DE ALIMENTO SOSTENIBLE
La carne de mejillones y ostras es deliciosa, una buena fuente de proteínas y sus conchas absorben dióxido de carbono, nitrógeno y fósforo de su entorno. Esto está en marcado contraste con los animales de granja, que producen enormes cantidades de dióxido de carbono en la atmósfera. Además, los mejillones y las ostras no necesitan antibióticos para mantenerse saludables mientras crecen.