Cómo disfrutar los mariscos cuando estás controlando tu consumo de sodio

¿Está siguiendo una dieta baja en sodio o cuidando su consumo de sodio? Si es así, ¡te encantará saber que aún puedes disfrutar de tus platos de mariscos favoritos!

Pescados como el salmón, el bacalao, el halibut, el atún, la platija y el pargo son naturalmente bajos en sodio y proporcionan alrededor de 40 a 80 mg de sodio por porción. Si bien los mariscos contienen cantidades más altas de forma natural, todavía son relativamente bajos en sodio y, por lo general, brindan menos de 250 mg por porción, menos que la cantidad de sodio que encontrará en dos piezas de tocino. También es importante recordar que los mariscos brindan una gran cantidad de nutrientes saludables, como proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas D y B y selenio, todos los nutrientes importantes que se necesitan a lo largo de la vida. Al igual que con todos los demás alimentos integrales, la forma en que se preparan y cocinan los mariscos puede afectar en gran medida su nivel de sodio.

Bajo en sodio

Para ayudarlo a obtener sus 2 o 3 porciones semanales de mariscos y cumplir con las recomendaciones de niveles de sodio descritas en las Pautas dietéticas para estadounidenses, hemos recopilado nuestros mejores consejos y trucos a continuación.

Condimente sus mariscos con hierbas, especias y agrios.

Si está cuidando el sodio, omita la sal y busque condimentos sin sal en su lugar. Las hierbas, las especias y el vinagre, además del jugo y la ralladura de limones, limas y naranjas, pueden aportar un gran sabor sin necesidad de sodio.

Concéntrese en métodos de cocina saludables.

Ya sea que pida mariscos en un restaurante o los cocine en casa, opte por métodos de cocción más saludables como asar a la parrilla, al vapor, hornear y asar a la parrilla. Estos métodos ayudan a retener el sabor y la humedad, al tiempo que minimizan la grasa y el sodio agregados.

Elija «entero» y limite «procesado».

Los mariscos frescos son excelentes, si están disponibles, pero los congelados y enlatados son igual de saludables. Simplemente evite (o reduzca al mínimo) las opciones preenvasadas que se preparan en empanados y salsas, que tienden a tener un mayor contenido de sodio.

Hablando de salsas, no tienes que renunciar por completo a tus favoritas como la tártara, la de soja, la de cóctel y salsa de tomate.

Simplemente elija variedades bajas en sodio o haga las suyas propias. Cuando salga a cenar, pida su salsa al lado, para que pueda controlar las porciones.

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